4/4/12

Historias paralelas - sinvergüenzas

El Sporting de Gijón se acerca peligrosamente al descenso. La directiva prueba con distintos entrenadores pero los resultados no mejoran. Un día logran convencer a Javier Clemente, hombre de fuerte carácter, para que inculque a los jugadores fuerza para afrontar estos momentos difíciles. Su trabajo se ve constantemente interrumpido por la prensa local, a la que al parecer la interesa más la polémica que pueda crear el entrenador para así poder sacar jugosos titulares cada día que el futuro del equipo. Clemente no logra comprender esta actitud y da a uno de los periodistas donde le duele: "algún día le diré a tu hijo que su padre es un sinvergüenza". El periodista se pilla la rabieta y consigue que los otros medios en uso de un corporativismo poco ético digan que el malo es el entrenador. La gente se lo cree, crucifican a Clemente y se desvía la atención de lo importante, que es salvar al equipo. El tiempo pasa sin que nada cambie. Se acerca el final de la temporada y el Sporting está cada vez más cerca de segunda porque al parecer los intereses del equipo y los de la prensa son distintos.

El país está en una situación muy complicada y sin visos de mejorar. Las medidas tomadas por los diferentes gobiernos resultan infructuosas. Un día decides que ya está bien, que te tienes que movilizar para no perder tus derechos y acudes a manifestaciones y a huelgas para defenderlos. Pero te topas de frente con los antidisturbios que en lugar de ponerse de tu lado, pues los intereses de ambos son los mismos, deciden darte porrazos porque sí para que tú reacciones y así poder justificar su uso de la violencia. Tú no entiendes la situación, y decides dar a uno de ellos donde le duele: "algún día le diré a tu hijo que su padre es un sinvergüenza". El policía se desfoga un poco más contigo y su actuación es respaldada por el Gobierno. Acaban consiguiendo que para la opinión pública el malo seas tú y no se hable del motivo por el que te manifestaste. El tiempo pasa sin que nada cambie. Avanzan los recortes de derechos y el país está más aún al borde del abismo porque quienes deberíamos estar unidos en la misma causa, pues a todos nos beneficiaría, nos enfrentamos entre nosotros mientras los poderosos siguen viviendo a lo grande.