22/10/12

Historias paralelas - el cargo inadecuado

La carrera espacial se encuentra en punto muerto. La crisis mundial hace que la gente vea cada vez peor las millonadas que se gastan las agencias y esto obliga a reducir el presupuesto. La NASA decide contratar al filósofo ruso Yaroslav Astronenko al frente del programa espacial.  En poco tiempo ha conseguido que los científicos abandonen irrelevantes tareas terrenales, como la exploración de Marte, y se pasen el tiempo reflexionando sobre la volatilidad del ser. Hace unos días declaró que había que torpedear todos los satélites de comunicaciones de otros países que estuvieran a tiro, porque lo ideal es que solo llegue una señal uniforme a todo el mundo. Además, no olvidando sus orígenes, ha decidido que parte del dinero de la NASA se destinará a financiar a la agencia espacial rusa. Todas estas cosas están creando un gran descontento en la ciudadanía, que pide su dimisión. Sus más fervientes defensores alegan que viene avalado por su titulación y varios doctorados y másteres en humanismo y trascendencia. Mientras tanto, han despedido a los profesionales mejor preparados y los que quedan echan más horas a cambio de un salario más bajo, los ingenieros tienen que compartir ordenador porque no hay suficientes para todos y los satélites se fabrican a contrarreloj y sin los medios necesarios corriendo el riesgo de convertirse en basura espacial antes de su funcionamiento y los más caros los están usando para enviar señales de emisoras de radio locales. Evidentemente, esta historia no es real.


La educación en España va de mal en peor. Cada reforma que se sucede es un paso atrás en la calidad de la enseñanza y el país sigue al frente de Europa en tasas de abandono escolar. Para colmo, el Gobierno decide que es donde primero hay que recortar para hacer frente a la crisis y pone al frente del Ministerio de Educación a José Ignacio Wert. El otro día adaptó Educación para la Ciudadanía a la ideología de su partido y declaró que había que españolizar Cataluña, dando a entender que la escuela está para adoctrinar a la juventud; el desarrollo de capacidades y adquisición de cultura deben ser algo secundario. Además, recordando su juventud en el Colegio del Pilar, pretende que una buena parte del dinero que está quitando a la escuela pública sea destinado a concertar la privada, aunque sea segregacionista. La mayoría de la población no está conforme con su gestión y le pide que dimita. Sus partidarios aluden a su excelente formación como licenciado en Derecho y su máster en Sociología Política para que permanezca en el cargo. Y mientras se produce este debate, han despedido a los profesores mejor preparados y los que quedan ven reducido su sueldo y multiplicadas sus horas, los alumnos tienen que compartir mesa porque las clases están saturadas y no hay más sitio y al terminar los estudios no encuentran empleo, ni tan siquiera los titulados universitarios, que quizá tengan la suerte de trabajar en un bar o un supermercado. Sorprendentemente, esta historia es real como la vida misma.