Prometo que no es una nueva acción de mi cruzada contra el mal periodismo. Hoy me he levantado de buenas y lo que quiero lanzar es una llamada de atención, más que una dura crítica. Pero... ¿a qué noticia pertenece la foto de la captura?
El Mundo digital, edición de Castilla y León, jueves 16 de Junio de 2011.
Evidentemente, es a la de debajo. Supongo que la intención es resaltar la noticia que no lleva fotografía, a modo de compensación, utilizando caracteres de un mayor tamaño. El problema está en que la percepción a simple vista del lector incauto que echa una ojeada sin fijarse en los detalles puede ser muy distinta a la intención del editor.
Quien tenga por costumbre leer periódicos en papel asocia rápidamente a una noticia con un formato casi inamovible. Arriba del todo el titular, un poco más abajo un breve resumen, luego la fotografía y el texto de la noticia. Sin embargo, en las ediciones digitales la fotografía de la noticia es más manipulable y no siempre tiene un lugar fijo.
La finísima línea que trata de separar ambas noticias apenas ayuda a su distinción. Por lo que más de uno, entre los que me incluyo, habrá pensado: "míralos, cazados in fraganti con sus batas puestas mientras manipulaban la droga" "¡Y encima sonriendo a la cámara!". Con otra noticia, como la que han puesto entre medias mientras escribo esto, no se produce tal confusión.
Así que, como dije antes, no pretendo descargar mi ira hacia las malas artes informativas, tan sólo quiero tener claro la próxima vez que quienes dedican su vida a crear drogas para curar no puedan ser identificados con aquéllos que las crean para matar.
El Mundo digital, edición de Castilla y León, jueves 16 de Junio de 2011.
Evidentemente, es a la de debajo. Supongo que la intención es resaltar la noticia que no lleva fotografía, a modo de compensación, utilizando caracteres de un mayor tamaño. El problema está en que la percepción a simple vista del lector incauto que echa una ojeada sin fijarse en los detalles puede ser muy distinta a la intención del editor.
Quien tenga por costumbre leer periódicos en papel asocia rápidamente a una noticia con un formato casi inamovible. Arriba del todo el titular, un poco más abajo un breve resumen, luego la fotografía y el texto de la noticia. Sin embargo, en las ediciones digitales la fotografía de la noticia es más manipulable y no siempre tiene un lugar fijo.
La finísima línea que trata de separar ambas noticias apenas ayuda a su distinción. Por lo que más de uno, entre los que me incluyo, habrá pensado: "míralos, cazados in fraganti con sus batas puestas mientras manipulaban la droga" "¡Y encima sonriendo a la cámara!". Con otra noticia, como la que han puesto entre medias mientras escribo esto, no se produce tal confusión.
Así que, como dije antes, no pretendo descargar mi ira hacia las malas artes informativas, tan sólo quiero tener claro la próxima vez que quienes dedican su vida a crear drogas para curar no puedan ser identificados con aquéllos que las crean para matar.
2 comentarios:
No entiendo que no revisen antes de publicar. No son blogs personales! En periódicos más importantes también hay fallos de ortografía, hablo de LV en catalán. (y yo me corto en escribir en catalán por no hacerlo correctamente).
bon dia;)
(mek)
En todos los medios se pueden ver fallos ortográficos. Afortunadamente en la prensa seria como La Vanguardia, El País o El Mundo esos errores no son más que una excepción puntual y en especial las ediciones en papel gozan de una calidad envidiable.
El problema ha venido, o se ha agravado, con el uso generalizado de Internet. Aquí ya es más difícil controlar los contenidos cuando lo que prima es la inmediatez y la actualización al minuto para publicar las noticias antes que tus rivales.
Por no hablar de los programas de deportes televisivos, donde escribir los titulares mal constituye la norma.
Buen día Mek.
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