Es normal que se desaten controversias ante la concesión de un premio de ese calibre a alguien que apenas ha tenido tiempo de demostrar que lo merece. Las intenciones son muy buenas, pero no hay que olvidar que es el presidente del país más poderoso del mundo económica y militarmente hablando. La pregunta es, ¿le dejarán llevar a cabo las políticas que planteaba antes de llegar al poder o, por el contrario, tendrá que adaptarse a la misión que le sea encomendada por los verdaderos gerifaltes de su país?
No obstante, la estrategia de quienes han concedido el premio a Obama es clara. Todo un guiño a que siga implacable con su plan de pacificar el mundo gracias a su poder, sin caer en las "recomendaciones" de las no menos poderosas élites empresariales de las poderosas multinacionales que dominan el mundo. Ante todo, que esta forma de apremiarle ante su cometido no se convierta en una alocada carrera que un tropezón pueda empañar. El mundo aclama: vísteme despacio que tengo prisa.
3 comentarios:
Yo también espero que haga algo para merecerlo, ojalá lo dejen. Ah y bienvenido a tu blog jajajaja. Un besote. Valle
Eso,Gall, bienleído a tu blog!
Bueno, te creo y creo en las casualidades y coincidencias, y me has dado una idea q quizá fuera divertida: un tema, varias versiones
petonets als dos
Pero mira que sois malvadas. Si no os quisiera tanto tendríamos un conflicto serio.
Un besote amigas mías.
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