Reconozco que el término lebensraum carece por completo de sentido festivo-navideño. Pero es como mejor se puede definir la necesidad que surge en la agitada noche del nuevo año. La relación entre espacio y población se hace realmente asfixiante, aunque a partir de la segunda o tercera copa pierdes la noción del espacio y también del tiempo. Si se piensa con tranquilidad resulta del todo absurdo comenzar el año borracho como una cuba e hinchándote a ibuprofenos a la mañana siguiente. Y si decides no tomar nada viene a ser casi peor, todos hemos tenido alguna vez la desagradable experiencia de aguantar a los colegas en estado de embriaguez mientras tú estás en tus cabales. Nada recomendable.
Pues bien, este año ha sido más clara que nunca la necesidad de ese “espacio vital” para campar a tus anchas por los garitos. Se ha repetido más veces “perdón” o “por favor” que “feliz año”. Menos mal que los matasuegras no te siguen retumbando con la resaca del día siguiente. Es una lástima que quitaran la discoteca del Carrefour, ¿dónde ha ido toda esa gente este año a celebrar la Nochevieja? La verdad es que se notaban los bares más llenos de lo habitual. Y lo mejor en estos días es eso, ir de bares. Porque pagar una pasta para una de esas fiestas del Copa o de la Dolce me parece poco sano, además de aburrido. Aunque para ir de un bar a otro se pase algo de frío, pero no tienes que aguantar el mismo ambiente toda la noche. Pero te gastas menos, te perjudicas menos, y, yo creo, te lo pasas mejor.
Un aspecto realmente sangrante es la calidad de lo que te sirven. Hay en bares que te lo dan bastante decente, pero en la gran mayoría son alcoholes de ínfima calidad o el típico garrafón. Lamentable. No me extraña que la gente haga botellón, eso sí, cuando las temperaturas acompañen.
Feliz, agobiante y resacoso año nuevo.
Pues bien, este año ha sido más clara que nunca la necesidad de ese “espacio vital” para campar a tus anchas por los garitos. Se ha repetido más veces “perdón” o “por favor” que “feliz año”. Menos mal que los matasuegras no te siguen retumbando con la resaca del día siguiente. Es una lástima que quitaran la discoteca del Carrefour, ¿dónde ha ido toda esa gente este año a celebrar la Nochevieja? La verdad es que se notaban los bares más llenos de lo habitual. Y lo mejor en estos días es eso, ir de bares. Porque pagar una pasta para una de esas fiestas del Copa o de la Dolce me parece poco sano, además de aburrido. Aunque para ir de un bar a otro se pase algo de frío, pero no tienes que aguantar el mismo ambiente toda la noche. Pero te gastas menos, te perjudicas menos, y, yo creo, te lo pasas mejor.
Un aspecto realmente sangrante es la calidad de lo que te sirven. Hay en bares que te lo dan bastante decente, pero en la gran mayoría son alcoholes de ínfima calidad o el típico garrafón. Lamentable. No me extraña que la gente haga botellón, eso sí, cuando las temperaturas acompañen.
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1 comentario:
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