Están de moda las interferencias de la Iglesia en el tema de la educación. Siento discrepar tanto con los catolicistas como con los estatalistas.
IU no hace mucho lanzó una campaña agresiva contra la religión en la escuela y a favor de la educación por parte del Estado. Pues también estoy en desacuerdo con sus postulados. Me pongo en situación:
IU no hace mucho lanzó una campaña agresiva contra la religión en la escuela y a favor de la educación por parte del Estado. Pues también estoy en desacuerdo con sus postulados. Me pongo en situación:
-si quiero que adoctrinen a mis hijos les llevaré a la Iglesia
-Si quiero que aprendan, que alcancen un nivel de conocimientos, les llevaré a la escuela.
-Pero si quiero educarles lo haré yo mismo, en ningún caso dejaré esa tarea a terceros.
No necesito de ningún maestro para enseñar a mis hijos valores morales. Antes sí, cuando los profesores tenían cierta autoridad los críos se educaban en las escuelas. Cada familia era un mundo, eran demasiados hermanos y el único control muchas veces lo ejercía el maestro. Me parece completamente absurdo llamar al ministerio de enseñanza “de educación”. Desde el momento que el profesor pierde toda autoridad y no es más que un pelele del que se puedan reír los alumnos lo único que puede hacer es transmitir una serie de conocimientos, que es para lo que supuestamente vamos a la escuela. No necesito tampoco que un profesor me hable de lo buena que es la Constitución (cuando es el puente le llamo socarronamente el de la “Inmaculada Constitución”, y que venga un profesor “super-progre-guay” a replicarme si tiene lo que hay que tener). ¿Por qué las normas impuestas por la civilización occidental tienen que ser universales? ¿Por qué no se deja a los niños el beneficio de la duda hasta que tengan la suficiente capacidad de examinar las leyes y aceptar aquellas que crean justas y necesarias y denunciar aquellas que crean impositivas y superfluas?
Sobretodo mis amigas las profes me gustaría que me diesen su opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario